Cuando nos hablan de fotografía gastronómica, todos esperamos ver unos platos de alta cocina preparados por grandes cocineros, cierto? Pues este no ha sido el caso de mi primera experiencia en fotografía gastronómica.
Bocadillos, tapas, batidos, helados,… estos eran los protagonistas de este reportaje.
Ubicado en Berga (Barcelona), El Frankfurt Berga, un clásico de toda la vida en esta pequeña ciudad del Pre-Pirineo, necesitaba unas fotos para los apartados principales de la tienda on-line de su nueva web.
SIN DUDA, NO CABE DECIR QUE LOS BOCADILLOS, TORTILLAS, TAPAS,… QUE SE SIRVEN SON DE LO MAS APETITOSOS, OS ANIMAMOS A QUE LOS PROBÉIS!!!
Pero su aspecto, fotográficamente hablando, es de los más tradicional, sin elementos decorativos, y la propietaria quería mostrar el aspecto más parecido al de los platos que se sirven en su establecimiento con el producto real de los platos servidos en él, cabe decir que todos los platos que fotografié podían ser comidos después de la sesión. Entonces ya solo me quedaba buscar una iluminación y punto de vista idóneo para que los platos llamasen la atención a los posibles clientes.
Sin duda fue una experiencia muy interesante, donde me estrenaba en dos materias: como fotógrafo gastronómico; y a trabajar con luz artificial (de estudio). Como ya sabéis la mayoría de vosotros, mis temáticas habituales han sido siempre al aire libre, con luz natural, pero siempre hay un primer momento para todo.
Os dejo el enlace de su web por si he conseguido que os entren ganas de tomar alguno de sus típicos y buenísimos platos!
© Ricard Cunill “SiR Photography”
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